sábado, julio 24, 2010

Se destapó la olla de presión.


Junio y julio me regalaron días estresantes, con mucha presión y que finalmente repercutieron en mi salud.

Me tocó a mi sola hacer la sección de deportes, mientras mis compañeros trabajaban en la sección del mundial. Fue una experiencia muy padre (aunque haya quedado marginada de lo que más me gusta, el futbol) sobre todo haciendo portadas porque pocas veces el jefe no nos da la oportunidad de realizarlas. Disfrute de la serie final de basquetbol, el inició del Tour de Francia y el tenis a pesar de solo descansar un día a la semana (fue muy pesado). Además estos días también he estado sola con un montón de páginas.

Mi mamá nos dió el susto, la tuvimos que llevar a urgencias, pero afortunadamente hasta el momento la cirugía no ha sido necesaria en su vesícula, pero estamos al tanto.

A esto hay que sumarle que mi papá no la está pasando nada bien con esta crisis, no hay mucho trabajo y las deudas crecen.

Y finalmente lo que pasó (pasa) con ellos, me inquieta.

Pero después de platicar con mi mejor amigo, aclarar situaciones, decirle lo que me molesta, lo que no me gusta, lo que estaba sientiendo, me sentí mejor y creo que él igual.

Nos hacía falta sacar presión.

Desde el jueves me siento con otra actitud, más positiva, con más ganas para que todo levante, de que no debo presionarme de más por algunos asuntos que yo no puedo resolver y que hay cosas y personas que no valen la pena, es mejor ignorar.

La gripa esta quedando atrás, los dolores de cabeza igual y el sueño ha regresado, me siento mejor.

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