lunes, marzo 10, 2008

¡Qué rico!

Por la tarde la vecina hizo el anuncio a todo el edificio, su servicio de masajes desestresantes, parecía una locura por saber de quien venía pero pues acepte y no me arrepiento.

Las sensaciones de frío y calor en mi cuerpo, me hacían temblar, mi cuerpo según en las palabras de Maritza era toda tensión y cómo no, si con todo lo que me ha pasado y sigue pasando, fue una experiencia deliciosa, oler esencias de flores, frutas y hierbas, el masaje que comenzaron a darme las manos que yo creía rudas y me equivoque me hizo olvidar, me hizo estar al borde de perder la noción y quedarme dormida, pero al llegar a mi hombro derecho, grite, el dolor era insoportable y aún lo es, mi estres rádica en esa parte, el exceso del uso del ratón me ha marcado en lo físico, y con solo una vez no basta para reducir las enormes bolas de tensión en mi hombro, así que pronto regresare porque necesito deshacerme de la tensión física y mental.

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